Espiritismo

Si admitimos que, tras el desenlace fatal de la muerte, el alma o espíritu pervive, ya sea para reencarnarse de nuevo o para continuar su existencia en otra realidad que nos es ajena, el primer problema que se nos plantea es saber qué son y cómo esos espíritus que antes habitaron nuestros cuerpos y si es posible establecer comunicación con ellos. Parece estarbien demostrado por la práctica que en ocasiones desaparece la barrera que separa el mundo de los vivos del de los muertos y se establece un diálogo con los espíritus. Se han obtenido también imágenes fotográficas, más o menos evanescentes, de seres que fallecieron muchotiempo atrás, y voces grabadas en magnetofón con supuestos mensajes del «más allá». La investigación sobre el tema ofrece resultados sorprendentes. Tal vez en el espiritismo se halle la respuesta definitiva al gran enigma de la vida y de la muerte.

EL ESPIRITISMO Y SUS METODOS

Historia de las distintas sesiones
FUENTE: Gran Enciclopedia Gráfica dirigida por el Dr. Fernando Jimenez del Oso.

El origen del auge espiritista

Probablemente se trate de una historia ya conocida, al menos en sus rasgos más acusados, porque se repite siempre que se intenta esclarecer el comienzo de la doctrina espiritista actual o cuando se pretende reflejar de una manera fácilmente comprensible un ejemplosignificativo de la comunicación que puede llegar a establecerse entre el mundo de los vivos y los espíritus de personas ya fallecidas. Pero, no por conocida, debemos obviarla en este caso. Quien conozca la historia la recordará en todos sus detalles; y quien la ignore descubrirá en ella un punto nuevo repleto de misterios y sugerencias, y, por qué no decirlo, también de esperanza.
Hydesville es un pueblecito cercano a Rochester (USA), ciudad de la que administrativamente depende y de la que dista escasamente 30 kilómetros. Una aldea tranquila, habitada por familias campesinas y donde casi nunca sucede nada notable. Con toda seguridad, seguiría ignorada en el corazón de los Estados Unidos, si no hubiera sido por los extraños sucesos que allí se desarrollaron a partir del mes de marzo del año 1848. Fue, sin embargo, tan grande el impacto internacional de los mismos y tanta su trascendencia para los modernos espiritistas, que Hidesville no es sólo un pueblo conocido umversalmente, sino también un hito en el auge de una doctrina —la espirita— que cobra día a día más adeptos. Todavía es posible visitar allí una humilde vivienda, una casita típica de colonos, con paredes de maderas de roble, tejado a dos vertientes y amplias ventanas. En verdad un sencillo escenario para el argumento de un drama que ha conmovido a millones de personas. La casa que hoy se ve es una réplica exacta de la que fue testigo de los hechos y que fue consumida por las llamas de un voraz incendio. Una pequeña lápida conmemora los extraños sucesos a los que vamos a referirnos.
Como ya hemos dicho, fue a mediados de marzo de 1848 cuando comenzó el drama. Unos ruidos misteriosos se producían en el interior de la casa donde vivían los Fox, una familia de granjeros, de la que se hallaban en la casa por aquellas fechas el matrimonio y dos hijas: Margaret y Kate, de catorce y once años respectivamente. Como prácticamente la totalidad de las familias de la aldea, los Fox eran creyentes metodistas. Los ruidos eran de distinta intensidad y duración: unos semejaban murmullos suaves o sucesión de golpes violentos, a veces eran como pequeños truenos, y otros podrían ser definidos como golpecitos secos, contundentes y regularmente espaciados, muy parecidos al sonido que se produce con los nudillos sobre la madera (lo que en parapsicología se conoce con el nombre de «raps»). Su procedencia igualmente parecía ser la más diversa: sonaban en el techo, bajo el suelo de madera, en el interior de los armarios, sobre las mesas o en cualquier utensilio metálico del hogar.
Por mucho que la familia miró y buscó, incluso subiendo el Sr. Fox al techo y observando bien bajo la madera del suelo, no halló la causa de tales ruidos. Y no cabía duda: se producían en la casa, porque no había junto a ella otras viviendas ni estructuras contruidas. La familia estaba preocupada. Y la preocupación se tornó en alarma cuando durante la noche del 31 del mismo mes los golpes se multiplicaron, con tal intensidad, insistencia y variedad que parecía —y así, con estas palabras los relataron después los Fox— «como si estuvieran descargando un gran carro repleto de pedruscos sobre una plataforma de madera que se hallara en el interior mismo de la casa. Cuando el brutal fragor amainó, comenzaron a escucharse sobre los muebles y en el techo los «raps», cadenciosos, como una siniestra sinfonía monocorde. La familia, muy junta en una de las habitaciones asistía despavorida a la invisible escena. Las débiles bujías alumbraban poco; pero era igual: todos sabían que el suceso se limitaba a una misteriosa secuencia de ruidos y golpes. De pronto, Kate, la hija más pequeña, sorprendiendo a todos con su decisión, chasqueó sus dedos a la vez que exclamó: «¡Patas de cabra: haz lo mismo que hago yo...!» Inmediatamente, se oyó un fuerte «rap», a modo de respuesta, sobre la superficie de la mesa.

Madame Blavatsky, famosa médium e impulsora en los países de Occidente de las creencias espiritistas y reencarnacionistas de mayor difusión.

LOS SUCESOS DE HYDESYILLE

El comienzo del auge actual del espiritismo se debe a la resonancia internacional que tuvieron las sesiones espiritistas celebradas por las hermanas Fox, tras los incidentes que se desarrollaron en su casa de Hydesville durante el año 1848: una entidad, supuestamente un «espíritu», se comunicó con ellas, mediante un código tiptológico (a base de golpes), informando que se trataba del alma de Rosma, asesinado por un buhonero. Sus restos fueron hallados en los alrededores. Tanta difusión tuvieron los sucesos que, en poco tiempo, la moda de celebrar sesiones de espiritismo se extendió por los Estados Unidos y pasó a Europa. De esta moda al establecimiento de una doctrina espiritista quedaba sólo un paso; y se dio enseguida. Hoy, el espiritismo es, más que un juego de moda, una religión.

En la época moderna fueron las hermanas Fox quienes primero establecieron diálogo con una supuesta entidad desencarnada. Se habló entonces de «mesas parlantes».

Reconstrucción de la casa de la familia Fox. en Hydesville, lugar donde se produjeron los asombrosos hechos. La vivienda original fue destruida por un incendio

SESIÓN DE ESPIRITISMO

Entre los adeptos al espiritismo tal vez la práctica más extendida sea la reunión en torno a una mesa de madera de tres patas. Si la entidad convocada hace su aparición, la mesa se moverá, crujirá, efectuará giros e incluso podrá responder a las preguntas que se formulen mediante un código de golpes convenido de antemano. La práctica es muy sencilla; pero debe realizarse con seriedad y concentración. Como en el caso de la «Oui-ja», seguramente es un juego, pero puede ser mucho más que eso.

Nos proveeremos de una mesa de madera de tres patas, y realizaremos la sesión en un ambiente recogido y silencioso. El número de asistentes deberá oscilar entre cuatro y seis.

Tras sentarse los asistentes en torno a la mesa, se tomarán de las manos, y uno de ellos invocará la presencia del «espíritu» en voz alta.

Transcurridos un par de minutos, todos los presentes colocarán sus manos sobre la mesa, de la manera que muestra la fotografía.

Cuando algunos raps o ruidos indiquen que el «espíritu» se ha presentado, se establecerá el código de golpes que permitirá llevar a cabo el diálogo.

Podrá suceder también que la mesa gire sobre sí misma y efectúe otros movimientos. Incluso podrá elevarse y permanecer así aunque los asistentes presionen hacia abajo.

Tampoco es raro que se produzcan desplazamientos. En este caso, los asistentes no deberán oponer resistencia, sino que seguirán a la mesa en sus movimientos.

LA «OUI-JA», ALGO MAS QUE UN JUEGO

Hasta no hace mucho, se tenía el convencimiento de que la práctica de la «Oui-ja» era una especie de juego espiritista, que no presentaba ningún peligro para quienes intervenían en él. Es así cuando las personas que se reúnen en torno al tablero con las letras gozan de total equilibrio psíquico y se comportan con absoluta seriedad. En el caso de que alguno de los presentes padezca algún trastorno, o sea hiperemotivo, el juego puede llegar a tener consecuencias trágicas. En todas las circunstancias, la «Oui-ja» debe ser practicada con precaución.
El grupo de participantes en la sesión deberá estar compuesto preferentemente por cuatro o cinco personas; y el ambiente deberá ser relajado, con una iluminación suave. Se dispondrá de una mesa de madera, a ser posible de tres patas, sobre cuya superficie, pulida, pueda deslizarse sin dificultad una copa de cristal invertida. El proceso que hay que seguir lo vamos a explicar a continuación; pero antes juzgamos obligado hacer una advertencia. Parece ser —y esto lo manifestamos ateniéndonos a un estudio minucioso de las casuísticas de los últimos años— que cada vez con mayor frecuencia mediante la «Oui-ja» se contacta con entidades desconocidas que pretenden convencernos de nuevas realidades y servirse de nuestro concurso para lograr unos fines que son exclusivamente suyos. Muchos de los contactados por supuestos seres venidos del espacio en los ovnis, lo han sido a través de mensajes y órdenes transmitidas en este tipo de sesiones de espiritismo. Cuidado, pues: si se decide a practicar la «Oui-ja», hágalo con precaución, y no tome al pie de la letra lo que la copa, en su discurrir por la mesa, le dicte.

Previamente, se escribirán todas las letras y números en cartulinas, y se distribuirán formando un círculo junto al borde de la mesa.

Con un total recogimiento, los asistentes se tomarán de las manos, formando una cadena, durante unos minutos, intentando mantener la mente en blanco.

Lograda ya la concentración, uno de los asistentes convocará al espíritu para que se presente, en voz alta, mientras los demás guardan silencio.

Después, todos colocarán su dedo indice sobre el borde de la copa de cristal, apoyándolo ligeramente, sin ejercer presión alguna sobre ella.

Si el contacto se establece, la copa comenzará a deslizarse, yendo de letra en letra, dictando así su mensaje. Y responderá también a nuestras preguntas.

LA LEVITACION, UN HECHO INEXPLICABLE

No es frecuente, ni mucho menos, pero a veces se produce durante las sesiones espiritistas el fenómeno insólito que se conoce con el nombre de levitación. Consiste en que el sujeto dotado de poderes paranormales se eleva sobre el suelo, como si fuera atraído por unafuerza misteriosa, permaneciendo asi durante un tiempo indeterminado. ¿Qué energía psíquica es capaz de anular la fuerza de la gravedad? La pregunta no ha tenido, hasta ahora, ninguna respuesta; y probablemente no la tenga nunca. El fenómeno pertenece al dominio del gran enigma que encierra la mente humana, capaz de casi todo.

Fotografía del dotado Coli Evans, levitando a gran altura durante una sesión de espiritismo multitudinaria celebrada en el año 1930.

El brasileño dotado Cario Mirabelli fue también fotografiado durante una levitación. El fenómeno tuvo lugar en el año 1951, en Sao Paulo.

LA MATERIALIZACIÓN DE KATIE KING

La famosa médium Florence Cook fue estudiada exhaustivamente por el prestigioso científico Williams Crookes, quien se sintió profundamente interesado por las materializaciones que se producían durante las sesiones
espiritistas en que ella intervenía, sobre todo por la que se indentificaba como Katie King, de la que el investigador obtuvo una serie de fotografías verdaderamente sorprendentes.

Mientras la médium se hallaba en trace, el ectoplasma que emitía adquiría la forma de Katie King, la cual se comportaba como si viviera.

La materialización fue fotografiada numerosas veces, durante los cuatro años que estuvo
apareciendo, por sir Williams Crookes.

Mientras en el fondo la médium permanecía en trance, Katie King deambulaba por la estancia, se movía y se dejaba tocar y fotografiar.

ESCRITURA AUTOMÁTICA

Un fenómeno mediúmnico muy común es el que se conoce científicamente con el nombre de «psicografía», pero que puede ser definido, con un lenguaje más llano, como escritura automática. Consiste en que la persona dotada, dejando llevar el lápiz o pluma por una fuerza ajena invisible, transcribe sobre el papel un mensaje dictado, al parecer, por una entidad del «más allá». Su práctica es sumamente sencilla: todo consiste en apoyar el instrumento gráfico sobre una cuartilla, dejando la mano inerte.

Grace Rosher manifestó unas cualidades excepcionales para practicar la psicografía. La pluma, apoyada en su mano, escribía con fluidez impulsada por una extraña fuerza.

Sin sujeción alguna, la pluma apoyada en la mano de la médium se deslizaba ágilmente escribiendo al dictado de las entidades desencarnadas mensajes coherentes.

UN INQUIETANTE DIALOGO MUDO

Había dado comienzo un diálogo con una entidad invisible por parte de la familia Fox. Una conversación espantosa que ninguno de los miembros de la familia podía siquiera imaginar a dónde conduciría. Previamente, hubo que establecer un código a base de golpes, informando al «espíritu» —pues no otra cosa debía ser el interlocutor invisible— de los distintos significados de los «raps», según éstos se produjeron en grupos de dos, tres o más, y de acuerdo también con el lapso entre ellos. Cuando el espíritu se daba por enterado del significado, golpeaba sobre la mesa confirmándolo.
Durante muchas jornadas, conversar con el espíritu fue una práctica habitual de la familia Fox. La entidad invisible parecía saberlo todo acerca de ellos, aunque algunas respuestas produjeron desconcierto. Así, por ejemplo, en una ocasión, preguntado sobre cuántos hijos había tenido la señora Fox, siete golpes perfectamente diferenciados sobre la madera, dieron a entender que habían sido siete. Todo el mundo sabía, y mejor que nadie la interesada, que sólo había alumbrado a seis. Evidentemente, el espíritu se había equivocado. Pero el marido vino en su ayuda diciendo que probablemente había sido también considerado como hijo nacido un aborto acaecido poco tiempo después de la boda. Lo que en un principio pareció un error y puso en duda la sapiencia del ente comunicante, aumentó luego su credibilidad, pues demostró conocer cosas que casi nadie sabía y que los más directamente afectados —el matrimonio— habían casi olvidado por completo.
Con la ayuda de un amigo de la familia, un tal Duesler, se orientó el diálogo en el sentido de averiguar si se trataba del alma de algún fallecido que, de alguna manera, estuviera relacionado con la casa. Para que el espíritu respondiera con datos concretos —puesto que ahora no servían golpes indicando números ni afirmaciones tajantes— fue necesario inventar otro código distinto, éste compuesto por letras, las cuales habría que ir ordenando para formar palabras según lo indicaran los «raps». Así, si el espíritu deseaba comunicar la palabra casa, por ejemplo, al ir depositándose sobre la mesa las letras una a una, debería indicar con un golpe la aparición de la C; en una ulterior tirada, la aparición de la A, y así sucesivamente, hasta completar el concepto. Con este código, aunque muy lentamente, era posible construir frases enteras; es decir, era posible una comunicación total.
La primera pregunta que halló respuesta es la que se refería al nombre del supuesto difunto. Letra a letra, el espíritu se identificó como Carlos B. Rosma.

—¿Fue usted asesinado?
Un golpe rotundo respondió afirmativamente a esta pregunta.
—¿Fue golpeado en la cabeza?
Dos golpes informaron en esta ocasión que no, que no había sido herido en la cabeza.
—¿Fue usted entonces herido con arma blanca?
De nuevo un golpe rotundo. El Sr. Carlos B. Rosma había sido asesinado con un arma blanca.