lunes, 8 de noviembre de 2010

Niños salvajes


El reciente encuentro de una niña rusa de 5 años, que se comporta igual que los animales con los que convivió desde su nacimiento, es el último ejemplo de los llamados "niños salvajes". Su caso, aún pendiente de estudio, vuelve a retomar la vieja pregunta de qué es lo que nos separa realmente de las bestias. ¿Dónde está esa línea? ¿Qué es lo que nos hace humanos y qué animales?

¿BESTIAS O HUMANOS?

el misterio de los niños salvajes...
FUENTE: Revista española ENIGMAS Nº 165 (visita www.AKASICO.com).


Imagen IPB



El pasado 26 de mayo la Policía de la ciudad siberiana de Chita informaba del hallazgo de una niña de cinco años que había permanecido encerrada, casi desde su nacimiento, en una habitación con perros y gatos. Tal situación provocó que la menor se comportara como un animal doméstico más, emitiendo sonidos en lugar de palabras e intentando morder a sus rescatadores. Sus familiares, ya detenidos y que vivían en la misma casa, trataron a la pequeña como una mascota, a la que no hacía falta hablar, vestir ni lavar, convirtiéndola con el tiempo en uno de los llamados "niños salvajes".
Bajo este término se encuadran aquellos menores que desde muy temprana edad sobrevivieron sin prácticamente ningún contacto social, desarrollando así su lado animal, hasta el punto de comportarse como tales. Y por increíble que parezca, la historia nos ha dado numerosos ejemplos de esta realidad que aún sigue escandalizándonos, mostrando, ya de paso, la delgada línea que nos separa de la más pura bestialidad.


• Casos sorprendentes

Estrictamente hablando existen tres categorías de "niños salvajes". En la primera se sitúan aquellos menores que fueron abandonados en la naturaleza y que sobrevivieron por sus propios medios. El ejemplo más famoso en esta tipología de Víctor de Aveyron, encontrado en 1799 dentro del bosque francés de La Caune y cuya historia llevó al cine en 1969 eldirector francés Francois Truffaut, bajo el título de "El pequeño salvaje".
Internado en el hospicio de Rodez, sus cuidadores observaron cómo el joven rechazaba todocontacto humano, comportándose de una manera salvaje y descontrolada. Comía carne cruda que desgarraba con los dientes y dormía acurrucado en el suelo. La tarea de reeducarlo recayó en el pedagogo Jean Marc Itard, famoso por su trabajo con los niños sordomudos, a los que su discapacidad también les ocasionaba un aislamiento social forzoso.
A pesar de que Víctor -fue el nombre que se le puso al desconocer si poseía uno propio- tendn'a la ya avanzada edad de 11 ó 12 años, Itard logró que pronunciara algunas palabras y que se comportara con "cierta" educación en determinadas circunstancias. Sin embargo, en su informe final anotó que Víctor nunca perdió "su anhelo por la libertad del campo abierto y su indiferencia a la mayoría de los placeres de la vida social".
Respecto al segundo grupo de "niños salvajes", se debe mencionar aquellos que vivieron en la naturaleza, pero no alimentándose por sus propios medios, sino siendo cuidados por otros animales. Fue el caso de las hermanas Amala y Kamala, así conocidas mundialmente aunque muy probablemente no fueron realmente hermanas.
Su descubrimiento se debe al misionero Joseph Singh quien, en una visita a la aldea india de Midnapore, fue informado de la presencia de un fantasma en el bosque. Intrigado por esa historia, Singh se internó en la selva, hallando en una madriguera de lobos a dos niñas desnutridas y salvajes de 6 y 3 años de edad respectivamente, a las que la madre loba cuidaba como dos cachorros más.
Acto seguido fueron internadas en una misión cercana, con tan pocos progresos en su humanización -apenas se logró que caminaran erguidas-, que el propio padre Singh llegó a preguntarse si no hubiera sido mejor haberlas dejado en la madriguera para que viviesen libremente.
Y en el último lugar de esta clasificación se sitúan los niños que fueron confinados en lugares aislados por sus propios familiares, privándoles del contacto humano y, por tanto, de cualquier oportunidad socializadora. El caso de la niña rusa recién descubierta es uno de estos ejemplos, aunque no el más llamativo. En Fiji salió a la luz en 2005 la historia de Sunjit Kumar, joven al que sus padres habían encerrado en un gallinero nada más nacer. Dormía en el suelo y movía los brazos como si fueran alas.También la ucraniana Oxana Malaya fue criada con animales en la década de los 90, perros en este caso; o el niño siberiano Andrei, dejado por sus padres al cuidado de su perro guardián, del que aprendió, entre otras muchas actitudes, a ladrar y a olisquear todo lo que le rodeaba.

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Segun la mitología clásica, los gemelos romanos Romulo y Remo, que fundarían Roma, fueron amamantados por la loba caprtofcia, que aparece en la imagen.



• Desde Rómulo y Remo

Como estamos observando, el fenómeno de los "niños salvajes" no es nada nuevo. Al contrario, ya en la más remota antigüedad nos topamos con la leyenda de los hermanos Rómulo y Remo, amamantados por la Loba Capitolina. Sin embargo, no sena hasta 1758 cuando la ciencia se interesara en ellos, gracias a la clasificación que en ese año hiciera Carlos Linneo en su Sistema Naturae. En esta obra, el zoólogo sueco habla por vez primera de los "niños salvajes" o "niños feriales", como se les llamaba entonces, recogiendo sucesoscomo el de Pedro de Hamelin o Wild Peter, un adolescente hallado en el verano de 1724 en la localidad alemana de Hamelin. Su descubridor, el campesino Jürgen Meyer, lo recogió tras observar cómo trotaba salvajemente por sus campos, desnudo y cubierto de pelo.
Pedro, bautizado así como mofa por los chavales del pueblo, comía hierba, verduras y carne crudas. Odiaba llevar vestido o zapatos y dormía en el suelo. Para reposar se colocaba a cuatro patas, como muchos animales del bosque.
Gracias a casos como éste, la obra de Linneo obtuvo una gran repercusión que nunca ha desaparecido, debida también a que los episodios relacionados con "niños salvajes" nunca han dejado de producirse.
Seguidores de este naturista han sido el antropólogo estadounidense Zingg, investigador,según él, de 53 episodios semejantes hasta el año 1940, o su colega francés Malson, quien elevó esta cifra en 1964. También la literatura se ha interesado por el fenómeno, con Rudyard Kipling y su obra El Libro de la selva, en el que aparece la figura de Mowgli, o el célebre personaje creado por Edgar Rice Burroughs, Tarzán. Ambos personajes de ficción amamantados por criaturas de la selva.
Aún así, los expertos sólo reconocen como auténticamente certeros cuatro casos: el de Víctor de Aveyron, el de Raspar Hauser -del que hablaremos a continuación- y el de las niñas Amala y Kamala de la India. No es que el resto sean falsos, aunque sobre algunos sí planea la sombra de la estafa, sino que no se corresponden íntegramente a las estrictas características que, se presupone, deben cumplir los "niños salvajes" para ser considerados como tales.

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• Comportamiento animal

¿Cuáles son estas características? Para Linneo eran el hirsutismo -exceso de pelo en el cuerpo-, la imposibilidad de hablar y la dificultad para caminar erguidos de forma permanente. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que dos de estas peculiaridades no son necesarias para aludir a "niños salvajes" propiamente dichos. Basta pensar en la historia de Kaspar Hauser, una de las cuatro consideradas canónicas, por así decirlo.
Todo comenzó en 1828, cuando en la plaza de la ciudad alemana de Nuremberg apareció un joven de unos 16 años, bien vestido, pero con una conducta totalmente asocial. Las únicas palabras que conocía eran "no lo sé", frase que repetía ante cualquier pregunta que le interpelara.
Lo cuidado de su aspecto, pero lo extraño de su comportamiento, hizo sospechar que se trataba de un individuo que había permanecido aislado del mundo exterior durante su niñez y adolescencia.
Pues bien, Kaspar Hauser, como se le bautizó, no padecía de hirsutismo y tampoco caminaba a cuatro patas. Al igual que tampoco lo hacía Víctor de Aveyron, pese a habervivido casi toda su vida en el bosque. No. Los nuevos casos conocidos han demostrado que lo que une a los "niños salvajes" es otro tipo de elementos, comenzando por el estadoasocial en el que habitaron. Un estado que les llevó a desarrollar una actitud puramente animal en algunos casos -Víctor de Aveyron-o de autismo profundo en otros -Kaspar Hauser-, dependiendo de si se criaron o no junto a animales.
Quienes sí lo hicieron adoptaron la forma de actuar de sus "compañeros", como el caso citado de la niña que convivió durante años con gallinas. No es el único ejemplo. El 1 de febrero de 1971, el Daily Mirror británico informaba del encuentro entre el antropólogo francés Jean Claude Armen con el que denominaron "el niño gacela del Sahara", un adolescente que se desplazaba a saltos por la sabana. El joven, que había sido adoptado por una manada de gacelas, lamía la frente de éstas en señal de reconocimiento, disfrutando incluso de un síafus social dentro del grupo. Como Kaspar Hauser, tampoco él poseía exceso de vello y mucho menos caminaba a cuatro patas.
Más impactante incluso fue la crónica publicada en el American Weekly, infor-
mando el 5 de septiembre de 1937 de una niña localizada en un manicomio turco, donde había sido recluida tras ser rescatada de una manada de osos con la que había vivido durante 8 años. La chiquilla se comportaba igual que ellos, restregando la espalda contra las paredes y, ahora sí, caminando con la espalda arqueada.
Por contra, los menores que han vivido sin contacto humano o animal sólo han demostrado un desprecio total hacia el mundo que les rodea, en una actitud que recuerda a un retraso mental severo. Como la norteamericana Genie, hallada en Los Ángeles en 1970 y encerrada desde muy temprana edad en un cuarto sin muebles ni ventanas. Cuando fue rescatada, sumirada se perdía en el vacío mientras de su boca sólo salían algunos ruidos ininteligibles.

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Sobre estas lineas, las niñas Amalay Kamala en escenas cotidianas arante su «ida en la misión. En la imagen de la derecha, escultura que representa a Kaspar Hauser y que se hala en la ciudad alemana de Niremberg.


• Miedo al contacto humano

Hasta el momento, la única persona que ha estudiado científicamente a estos niños en España es el doctor y miembro de la Real Academia Nacional de Medicina Óscar VaItueña. Consultado por esta capacidad de mimetismo, su respuesta es tajante: "El ser humano nace con una or-
ganización cerebral casi inactiva y necesita vivir con otros seres humanos para que se active su genoma. Si se le abandona, se convierte en un ser miserable".
Una respuesta que lleva a la segunda de las caracten'sticas siempre presentes en los "niños feriales": el rechazo sistemático, profundo y permanente al contacto humano.
Cuando las hermanas Amala y Kamala fueron llevadas a la misión para ser reeducadas, su primera reacción fue intentar escapar por todos los medios posibles. Únicamente se soportaban la una a la otra y consideraban hostiles a todos los demás. Durante los primeros meses de estancia su actitud fue sumamente agresiva, arañando y mordiendo a quien se les acercara, incluso a quienes les traían la comida en un plato que lamían sin usar jamás las manos. Lo mismo que Kaspar Hauser o el niño gacela, a quien se tuvo que atar de pies y manos para evitar su huida. O Pedro de Hamelín, al que un cuidador mantenía a raya pegándole con una vara para protegerse de sus constantes ataques de furia.
Por este motivo, siempre se sospechó que otro de los sucesos más conocidos, el de la camboyana Rochom Pngieng en 2007, no fuera un caso real de "niña salvaje", sino una confusión o, como también aseguró en su día el doctorValtueña, "un invento mediático".
Rochom Pngiengfue descubierta el 13 de enero de 2007 al norte de Camboya. La mujer, de 27 años de edad, fue sorprendida cuando robaba arroz en las tierras de un vecino de la aldea de Oyadao, a 325 kilómetros de la capital, Phnom Penh.
Como la joven iba desnuda y no articulaba palabra alguna, enseguida se la encuadró en esta clasificación, hasta que poco a poco se fueron conociendo más datos, como que presentaba el pelo más o menos cuidado y, lo más importante, que no sólo no rehuía el contacto humano, sino que rápidamente recuperó la capacidad del habla gracias a la ayuda prestada por el psicólogo español Héctor Rifa,
Quizá el que más progresos consiguió fue Víctor de Aveyron. A pesar de un primer momento en el que el muchacho arañaba y mordía a todo el que se le acercara, su instructor, Jean Marc Tirad, logró que aprendiera algunas palabras y normas sociales. Pero la esperanzainicial se convirtió en resignación, llegando el propio Tirad a manifestar su preocupación por el futuro que le esperaba al joven. ¿A qué se debía esta dificultad? Hoy se sabe que elproceso de aprendizaje humano no se basa únicamente en la observación, también en la comprensión abstracta de ideas como el bien y el mal, lo bello y lo feo...Todos nacemos con esa capacidad, pero si se nos somete a un aislamiento temprano y prolongado en el tiempo, desaparece; o se adapta a otro entorno que no sea el humano, como sucede con los niños que convivieron junto a animales y
profesor de la Universidad de Oviedo, que se encontraba en el país dirigiendo un proyectode la OA/G "Psicólogos sin Fronteras". Un rápido progreso que la de-ben'a excluir automáticamente de la mencionada clasificación.

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• Imposibilidad de reeducación

Porque en esta circunstancia reside el tercero de los requisitos que estamos enumerando, y quizá el más importante: la imposibilidad de recuperar la socialización perdida.
Ninguno de los "niños salvajes" considerados puros pudo jamás alcanzar un estado cercano a la normalidad, y tampoco la gran parte del resto de casos conocidos. A lo sumo aprendieron algunas palabras -Kamala sólo aprendió 30-, a vestirse por sí solos o a no mostrarse tan agresivos como al comienzo; pero nunca su comportamiento se equiparó al de un ser humano normal.
que terminaron asimilando sus actitudes como propias.
Es así porque la especie humana evoluciona bajo la acción de los genes y de los memes, lo que según el doctor Valtueña "nos distingue del resto de especies animales". Los memes conforman la información que poseemos genéticamente y dominan sobre los genes. Son quienes indican qué genes primarán en el ser humano. Por ello, si crecemos en un ambiente animal, los memes primarán a los genes más primitivos, provocando en nosotros un comportamiento semejante a los animales que nos rodean a diario.
Lo mismo sucede con el lenguaje. Los niños aprenden a construir frases progresivamente escuchando hablara otros. No hay una instrucción previa. No hasta los tres años, momento en el que se calcula que comienza a perderse la capacidad de aprender innatamente. Esto no quiere decir que un "niño salvaje" que haya sido encontrado a los 4 años hablará perfectamente si se le enseñase. No lo hará porque habrá perdido lo que los lingüistas llaman el "periodo crítico", ese en el que el oído humano va asimilando los sonidos y palabras que le rodean. Aprenderá a hablar, sí, pero mostrando siempre un retardo mental severo. En los supuestos en que el menor haya vivido aislado hasta los ocho o nueve años, la experiencia dicta que nunca llegará a hablar o que si lo hace será a lo sumo con frases yconceptos sueltos.

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Sobre estas lineas, fotograma de la película "Sobreviviendo entre lobos", que narra una historia falsa de una niña que sobrevivió al holocausto nazi ayudada por lobos


• ¿Animales o personas?

Otras características menos importantes, pero bastante frecuentes, son la insensibilidad que muestran hacia el frío o el calor una vez han sido capturados, el poseer un olfato especialmente desarrollado, la capacidad de observar en la oscuridad, endurecimiento en el grosor de la piel de manos y pies, la indiferencia sexual o la vida aclimatada a las estaciones y al cambio del día a la noche.
Y una característica más, tan curiosa como impactante: la muerte al poco de haber sido arrancados de su estado salvaje. En el caso de Amala y Kamala, sólo pasó un año de "cautividad" para que Amala falleciese de disentería. Nueve después lo haría su hermana.También prematuramente desapareció la "niña esquimal", una chica de 10 años de edad encontrada en Francia en 1731 y que se alimentaba de pequeños animales crudos. Los que sobrevivieron más tiempo, como Víctor de Aveyron, que falleció en 1828, lo hicieron en un permanente estado de tristeza y apatía hacia el mundo que les rodeaba.
Visto todo esto, la pregunta a responder es la siguiente: ¿Debe considerarse a estos niños personas o animales? Porque no deben engañarnos los progresos alcanzados en algunos casos, ya que incluso ahí siempre se ha mantenido la duda de si fueron fruto del éxito personal o del sistema de premios y castigos al que se les sometió para inculcarles las mínimas pautas de comportamiento social.

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Para ÓscarValtueña y muchos de sus colegas, estos niños son seres humanos, porque a esa especie pertenecen, pero en ningún caso se les puede calificar de personas. Según sus estudios, ser persona implica un aprendizaje previo y mostrar actitudes acordes con la idea que tenemos de este término. Su visión es que todos nacemos humanos, pero que es cometido de la educación hacernos personas. Por ello, si esta última falla, como ocurre con los "niños salvajes", dejamos de ser personas para convertirnos en bestias. El propio Itard creyó durante toda su vida que la educación lo podía todo, hasta que se topó con Víctor de Aveyron. Así.en palabras del doctor Valtuena, estas criaturas "nacen con la esperanza de desarrollarse como personas, pero sin llegar jamás a serlo".

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Fraudes encubiertos

En marzo de 2008 estalló en Francia un escándalo literario, al descubrirse que la historia del best sellar Survríve avec (es loups -Sobreviviendo con los lobos- no era más que una invención de su autora, Misha Defonseca. El libro contaba la aventura que la propia autora vivió durante cinco años, cuando, siendo niña, escapó de la barbarie nazi gracias a la ayuda de unos lobos.
O eso afirmaba en el libro, hasta que finalmente admitió que todo había sido una invención suya. Con este escándalo se generó un debate en torno al mundo de los "niños salvajes", descubriéndose que muchos de ellos se presentaban con datos tergiversados para aportarles más espectacularidad. Así, voces tan autorizadas como la del cirujano francés Serge Aróles, aprovechó la circunstancia para denunciar los libros que se publican sobre "niños salvajes" y que basan sus capítulos en informaciones sin contrastar.
Entre los casos que considera fraudulentos se encuentra el del propio Víctor de Aveyron, niño que, según él, estaría más cerca de los abusos físicos que de la vida salvaje. Idea compartida en España por Óscar Valtueña, para quien no sería sino un "autista total".


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