lunes, 7 de noviembre de 2011

100 grandes misterios IV: Fascinación por lo oculto


Cuarta parte
Fascinación por lo
Oculto

Siglos XVIII al XIX

¿Existió realmente el doctor
Viktor Frankenstein?
No. No existió ni tuvo como origen a algún modelo real. Surgió en la imaginación de la escritora inglesa Mary Wollstonecraft Godwin -más conocida por su nombre de casada, Shelley- (1797-1851), después de una célebre reunión que ella y Percy Bysshe Shelley-con quien habría de casarse después- tuvieron con el poeta Lord Byron, en Villa Deodati, la casa de este último a orillas del lago de Ginebra, en Suiza, durante el verano de 1815. Entre los temas que trataron se hallaba el galvanismo, la supuesta posibilidad de reanimar cadáveres mediante descargas eléctricas y los experimentos de Erasmus Darwin (1731-1802), médico del rey Jorge III, quien aseguraba haber animado materia inerte. En esa misma temporada los tres amigos leían cuentos alemanes de fantasmas y surgió la idea de que cada uno de ellos escribiera una historia original de terror.
Mary Shelley concibió el proyecto más próspero de todos: Frankenstein o el moderno Prome­teo, que en el origen era un relato breve, pero se fue desarrollando hasta tomar la forma y estruc­tura de una novela que hoy se considera la primera obra literaria de ciencia ficción. Se publicó el primer día de 1818 y así inició su historia cuyo impacto se extiende a la actualidad. Hasta la fecha es un enigma la elección del nombre dado al científico que dio vida al monstruo. Es im­portante señalar que la criatura en sí no se llama Frankenstein, como suele creerse: en la novela no se le da un nombre propio. Las fuentes para el diseño del personaje humano han sido objeto de especulación. La más evidente, como el mismo nombre de la novela lo revela, es Prometeo, la figura de la mitología griega que dio el fuego a los hombres y desató la cólera de los dioses. Al final de la obra el científico es asesinado por su propia creación y el monstruo se pierde en la helada soledad del Ártico.



¿Cuál es el mejor autor de
historias de fantasmas?
Es difícil juzgarlo tomando en cuenta el amplio número de escri­tores que han tratado el tema. Hay, sin embargo, uno especial­mente relevante por la calidad de su trabajo y por haber sido, en muchos sentidos, el pionero del género. El británico Montague Rhodes James (1862-1936) obtuvo buena reputación como medie-valista, fue curador de manuscritos antiguos en las bibliotecas de Cambridge y tradujo los textos apócrifos del Nuevo Testamento. A fines del siglo XIX comenzó a escribir sus historias de fantas­mas que, sin embargo, se publicaron hasta inicios del siglo XX, reunidas en antologías: Ghost Stories o/an Antiquary (1904), More Ghost Stories o/an Antiquary (1911), A Thin Ghost and Others (1919), y A Warning to the Curious and Other Ghost Stories (1925). Adaptadas en numerosas ocasiones a la televisión, sus historias son muy respetadas por los críticos literarios, quienes distinguen en ellas una "inquietante profundidad psicológica".



¿Estaba prohibido sepultar a los suicidas
en tierra consagrada?
Sí. De acuerdo con la visión religiosa prevaleciente en el mundo occidental en pleno siglo XIX, los suicidas eran "asesinos de sí mismos" En Inglaterra, hasta antes de 1824, cuando se modificó la ley, era obligatorio enterrarlos en las encrucijadas, o cruces de caminos, con el corazón traspasado por una estaca. Era común creer que aquellos a los que sepultaban fuera del cementerio regre­sarían a molestar a los vivos como espíritus malignos, por lo cual literalmente se les prendía a la tierra. Si lograban liberarse, al verse en la encrucijada no podrían avanzar a causa de su indecisión con respecto a cuál era el camino correcto.



¿Quién fue Dorothy Eady?
Hija de una acaudalada familia inglesa, nació en 1903. Siendo muy pequeña sufrió un grave accidente que casi le cuesta la vida y la declararon muerta. Sin embargo, al poco tiempo del supuesto deceso reaccionó con vivacidad mani­festando una conducta extraña. Al poco tiempo dijo ser la reencarnación de una sacerdotisa egipcia que había servi­do en el templo construido por Seti I, en Abidos, para adorar a Osiris. En 1954 fijó su residencia en la zona y posterior­mente estableció su domicilio en el templo. Ayudaba a su conservación y mantenimiento y consiguió un permiso especial para que la sepultaran en lo que ella consideraba su "verdadero hogar".



¿Cuál fue la primera película de
horror sobrenatural?

Se trata de Le manoir du diable (La mansión del diablo) (1896), una cinta de apenas dos minutos de duración dirigida por el gran inventor del cine como espectáculo y medio de expresión para la fantasía: el francés Georges Méliés (1861-1938). Con todo y su brevedad, en ella ya se encuentran todos los elementos del cine de horror de las décadas siguientes: un murciélago, un castillo medieval, una representación demoniaca, esqueletos, fantasmas y brujas que se doblegan ante el poder espiritual de un crucifijo. Exhibida como parte de un programa que incluía otros cortometrajes, tuvo gran éxito con el público y Méliés retomó varios de sus elementos en filmes posteriores.


¿Por qué beatificaron a
Anne Catherine Emmerick?
Por los peculiares detalles de su vida reli­giosa. Nació en 1774 en Westfalia, Renania del norte en Alemania, en el seno de una familia muy pobre. En 1802 ingresó al convento de las monjas agustinas de Agnetenberg donde, en diversas ocasiones, entró en éxtasis y recibió dones privilegia­dos de Jesucristo. Cuando el convento fue clausurado, se instaló en la casa de una viuda, donde recibía a decenas de perso­nas enfermas en busca de cura. A partir de 1813, quedó postrada en la cama y pre­sentó estigmas (heridas semejantes a las de Cristo crucificado), que una comisión episcopal revisó y certificó como tales. Sus visiones sobre la Pasión de Cristo fue­ron recopiladas y publicadas por el poeta Clemens Brentano. Durante los últimos 10 años de su vida no probó alimento. Fa­lleció en 1824 en Dülmen, Westfalia, y su proceso de beatificación culminó en 2004, "por haber vivido la Pasión en su propio cuerpo.



¿Qué es la teosofía? ¿Cómo surgió?

Se trata de un movimiento religioso de corte esotérico (es decir, que sólo revela sus supuestas verdades a un grupo de elegidos) iniciado en el siglo XIX por tres figuras principales: Helena Blavatsky (1831-1891), Henry Steel Olcott (1832-1907) y William Quan Judge (1851-1896), quienes establecie­ron la Sociedad Teosófica en Nueva York en 1875. Con ideas originadas en una fusión de religiones clásicas (budis­mo, cristianismo e hinduismo) con las tradiciones de los rosacruces y los gnósticos, dicha sociedad se propuso acceder a los supuestos misterios del ser humano y el universo a través de la comuni­cación telepática con grandes maestros del pasado. La comente "metafísica" de la New Age parte, I precisamente, de ese enfoque, y la Sociedad Teosófica persiste con una sede central en India y representaciones en diversos países.



¿Realmente usaron
momias como combustible?
Este cuento tiene dos partes; una falsa y una verdadera. Hablamos de un falso rumor extendido en Estados Unidos durante el siglo XIX y mencionado, en tono sarcástico, por Mark Twain. Se decía que los fabricantes de papel, incluyendo el de los billetes, importaban momias y sus envolturas como materia prima. Según la mis­ma leyenda, el material estaba contaminado y ocasionó el estallido de una epidemia de cólera entre los empleados de los molinos. La base real de esta leyenda es que en el siglo XIX los fabricantes de papel compraban trapos y otros desechos textiles procedentes de Egipto, pero no provenían de antiguos sepulcros ni provocaron epidemia alguna. La parte verdadera de esta historia es que fue muy común en Egipto que los ladrones de tumbas usaran las momias que apilaban en las saqueadas necrópolis, para calentar sus cuerpos, en las frías noches en el desierto.

¿Qué ocurría en la
"Mina de los holandeses"?
En torno a este rico yacimiento de oro en Arizona, Estados Unidos, se han tejido numerosas leyendas. Se supone que quienes trataban de explotarla hallaban la muerte en circunstancias misteriosas.

En 1864 la expedición de Enrico Peralta sufrió una emboscada de los apaches y casi todos sus miembros murieron.

En 1879 dos alemanes que logra­ron ubicarla asesinaron a balazos a los mineros mexicanos que laboraban en ella.

Entre 1880 y 1881 dos soldados estadounidenses la hallaron de nuevo y, en su segundo viaje, fallecieron en circunstancias no aclaradas.

En 1882 los apaches decidieron cegarla para poner fin a la mal­dición. Un terremoto la ocultó definitivamente y desde entonces ha sido imposible localizarla.



¿Cómo fue el caso de George Tryon?

Se trata de una peculiar historia de bilocación. Este almi­rante inglés era capitán del barco Victoria que naufragó cerca del puerto de Trípoli a las 15:34 horas del 22 de junio de 1893, a consecuencia de su colisión con otro navio de la misma escuadra naval, durante una difícil maniobra ordenada por él. Los supervivientes de la tragedia recordaban haber visto cómo el propio Tryon se hundía mientras aseguraba "Todo fue mi culpa" En el mismo momento del accidente su esposa era anfitriona de una fiesta en su mansión londinense y los invitados vieron a Tryon cruzar el salón a grandes pasos. Cuando quisieron dirigirle la palabra, se ocultó en un corredor y no pudieron hallarlo después. Nunca apareció de nuevo.



¿Hubo posesiones satánicas en el siglo XIX?
En comparación con los siglos anteriores y el siglo XX, durante ese periodo se regis­traron pocos casos connotados, pero hay más de uno significativo. Uno de los más célebres involucró al pastor luterano Johann Blumhardt, en la aldea de Móttlingen, en Württemberg, al sur de Alemania. Gottlieben Dittus, una sencilla parroquiana local, se quejó en 1842 de una serie de fenómenos paranormales que se desarrollaban en su casa, acompañados de extrañas manifes­taciones de su propia conducta. Blumhardt concluyó que se trataba de una posesión satánica como las que se describen en los Evangelios y procedió a realizar un exorcis­mo, proceso que se prolongó durante dos años hasta declarar la victoria de Jesús. El caso cobró fama, pero la Iglesia luterana no apoyó su veracidad.


¿Qué es el
magnetismo animal?
Con ese nombre el investigador paranormal Franz Antón Mesmer (1734-1815) se refería a la supuesta habilidad que empleaba en sus célebres sesiones de hipnotismo. Mesmer creía que este poder paranormal podía afectar el flujo de una supuesta comente energética presente en todos los objetos del mundo y que su adecuada manipulación podía tener efectos sorprendentes como curar a los enfermos y devolver la vista a los ciegos. Los relativos éxitos de Mesmer en algunos casos fueron resultado del efecto placebo. Una investigación encabezada por el célebre Benjamín Franklin consideró que la idea de magnetismo animal carecía de sustento científico y que las habilidades de Mesmer partían de su pro­pio engaño y el entusiasmo del público durante sus sesiones públicas.



¿Qué le pasó al Eliza Battle?
Ese barco de vapor cubría, en la década de 1850, la ruta entre Columbus, Mississippi, y Mobile, Alabama. A fines de febrero de 1858 partió con un gran cargamento de algodón y el primero de marzo siguiente sufrió un incendio que, hasta la fecha, se consi­dera el mayor desastre naval en la historia del río Tombigbee. Fa­llecieron numerosos pasajeros y otros se salvaron arrojándose al agua. La nave se hundió finalmente a una profundidad de 9 me­tros y hasta la fecha sus restos se hallan en el mismo lugar. Sin embargo, el folclor popular lo convirtió en un buque fantasma. Se dice que en las frías noches invernales reaparece navegando en el sitio original del desastre, ardiendo en llamas. Los pescadores de la zona lo consideran signo de mal augurio y evitan navegar cuando se reporta tal aparición.



¿Existió realmente el "niño radiante"?
De acuerdo con el célebre literato Sir Walter Scott, sí existió. En 1815 el vizconde de Castlereagh le relató que una tarde, cuando se hallaba junto a la chimenea, vio salir por la parrilla de ésta a un niño desnudo y resplandeciente cuyo tamaño aumentaba a cada paso que daba. Según otros testimonios, el pequeño asumía la apariencia de un gigante ligero y vaporoso, con una herida sangrante en la ceja, cuyos ojos brillaban furiosos y desesperados. Este tipo especial de fantasma se originó en el folclor alemán, donde los niños radiantes se conocen como Kindermórderin y supuestamente son las almas en pena de los infantes asesinados por sus propias madres.



¿Se movían solos los ataúdes de Barbados?
En apariencia, sí. Todo comenzó en 1807, cuando el rico hacendado Thomas Church adquirió una cripta familiar en el cementerio Christ-church, situado en esa isla. En ella se dio sepultura a tres personas entre ese año y 1812. En cada oca­sión que la abrían la cripta aparecía en completo desorden y los ataú­des se hallaban fuera de su lugar. Creyendo que ello era resultado de incursiones humanas, se tomaron medidas para clausurar el acceso, pero la situación se repitió en los años siguientes. En 1819 Church colocó sellos de seguridad en la puerta; un año después los violó para verificar el interior y halló los ataúdes en una posición muy distinta. Finalmente los Church op­taron por vaciar la cripta y sepultar a los suyos en otro lugar.



¿Qué es el ectoplasma?
Una peculiar materia de consistencia coloidal, líquida o viscosa, supuestamente expulsada por médiums y psíquicos en las sesiones espi­ritistas realizadas en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. Su caracterización más completa y su denominación fueron establecidas por el investi­gador psíquico Charles Robert Richet (1890-1950), quien escribió: "Ectoplasma es, en principio, una masa con­fusa, más o menos, informe. Estas formaciones difusas parecen salir del cuerpo, aunque veces se les ve organizándose poco a poco". Ninguna investigación científica ha logrado certificar la realidad de tal materia, que se falsificaba con distintos componentes. Las fotos donde se le ve salir de la boca o nariz del médium son meras manipulaciones.


¿Cuándo fue visto por primera vez
el monstruo de Loch Ness?

Los cuatro reportes iniciales corresponden a la segunda mitad del siglo XIX:

1.- Octubre de 1871. De acuerdo con el relato de D. Mackenzie, semejaba a un tronco o un bote volcado en el agua. Se desplazaba lenta­mente y luego cobraba velocidad.

2.- 1885. Richard Mathoson, presunto testigo ocular, relató que se movía hacia delante, y aseguró: "Es la cosa más grande que he visto en mi vida, su cuello era tan ancho como un caballo con todo y crin".

3.- 1888. Alexander MacDonald lo vio temprano, por la mañana. Aseguró que tenía forma de salamandra.

4.- 1895. Un grupo de personas, entre quienes se hallaba un tal Salomón Angler, refirieron que "en el lago Ness había aparecido una enorme bestia".

Los avistamientos se multiplicíiion exponencialmente en el siglo XX, en especial en 1933 (17) y 1934 (11).


¿Hay casos documentados de levitación?
Uno de los más mencionados es el del escocés Daniel Douglas Home (1833-1886), quien desde niño dio muestras de tener cier­tos poderes psíquicos. Tras pasar su infancia en Estados Unidos, regresó a Gran Bretaña y se hizo famoso por sus actuaciones que incluían actos de clarividencia, apariciones misteriosas y mues­tras de telequinesia. El momento más emocionante correspondía a sus prácticas de levitación, pues se elevaba hasta alcanzar el techo del recinto. Al parecer también podía tocar el fuego sin quemarse. Sus detractores trataron de encontrar el truco o engaño de sus ha­bilidades, pero ninguno logró aportar pruebas suficientes de que era un verdadero fraude.



¿Quién fue Mary Baker Eddy?
Una religiosa estadounidense que fundó la llamada "ciencia cristiana" y cuya vida estuvo rodeada por enigmas. Nacida en 1821, a los 45 años sufrió un acci­dente mientras patinaba en el hielo y aseguró haberse curado de diversos daños en la columna vertebral a través del poder de su mente. Ello la condujo a esta­blecer su organización religiosa, cuyo objetivo central era recuperar el poder sanador de la mente humana mencionado en los evangelios del Nuevo Testamento. En 1908 fundó, como periódico de su movimiento, The Christian Science Monitor, publicación activa hasta la fecha que se propone "no hacer daño a nadie y bendecir a toda la humanidad" Su idea central, de acuerdo con la cual las enfermedades del cuerpo son resultantes del pecado y se revierten con la oración, ha sido seriamen­te cuestionada.



¿Por qué se habla de las violetas
de la emperatriz Eugenia?
A causa de un supuesto hecho sobrenatural. Fue esposa de Napo­león III y su hijo fue el príncipe imperial Napoleón Eugenio Luis Bonaparte (algunos lo llaman Napoleón IV), quien se distinguía por su simpatía, buen gusto y afición al perfume de violetas. Para hacer carrera militar se sumó a las tropas británicas que realizaban una misión en Sudáfrica. En 1879, a los 23 años de edad, murió durante una emboscada de los zulúes, quienes lo atravesaron con filosas lanzas y abrieron su cadáver, de acuerdo con sus propios rituales. Finalmente fue sepultado en la abadía de San Miguel, en Farnborough. Un año después Eugenia viajó a África para conocer el punto exacto donde había muerto su hijo. Logró identificarlo por un inten­so olor a violetas, a pesar de que en la zona no existían tales flores.



¿Son muy antiguos los reportes de telequinesia?
No, a diferencia de los relatos de otros presuntos fenómenos paranormales. El término fue creado en 1890 por el investigador psíquico Aleksandr Aksakov (1832-1903). Impresiona­do tras la lectura de las obras del místico sueco Emanuel Swedenborg, a partir de 1860 se interesó en los poderes sobrenaturales y organizó las primeras sesiones espiritistas en Rusia. Posteriormente, en Europa, se entrevistó con diversas médiums que se habían puesto de moda como en­tretenimientos de salón. En diciem­bre de 1890, Frederic William Henry Myers, colaborador de la publicación Proceedings. Journal of the Society for Psychical Research, reportó: "En cuanto a los presuntos movimientos de objetos sin contacto, me parece que la pala­bra telequinesia, creada por el señor Aksakov, es la más adecuada".



¿Cuándo se disolvió la Santa Inquisición Española?
Su declive comenzó al promediar el siglo XVIII. Inicialmente intentó combatir la in­troducción de las ideas ilustradas a España, pero el poder de éstas y su amplia circula­ción en impresos que atravesaban la frontera fueron un golpe mortal contra el poder eclesiástico, proceso al que se sumaron los ideales libertarios expresados en la Revolu­ción Francesa de 1789. La Inquisición fue abolida durante la ocupación napoleónica de España (1808-1812); las Cortes de Cádiz apoyaron su desaparición, pero el Rey Fernando VII luchó por restaurarla. Muy debilitada, su situación en aquellos años era reflejo de las luchas internas en España. Su abolición definitiva ocurrió a través de un decreto del 15 de julio de 1834, promulgado por la regente María Cristina de Borbón en nombre de la reina Isabel II.



¿Cuáles fueron los orígenes de Rasputín
El monje giróvago ruso que adqui­rió enorme influencia en la familia de los últimos zares rusos por sus presuntos poderes psicológicos y taumatúrgicos (prodigiosos) nació en 1869 en Pokrovskoye, en Siberia, y creció como tantos campesinos del imperio. Sin instrucción alguna, se dedicaba al robo de ganado y a los 18 años ingresó al monasterio ortodoxo de Verkhoturye, donde supuestamente tuvo una visión de la virgen. Se integró posterior­mente a una secta de flagelantes que realizaban prácticas de castigo corporal combinadas con orgías. En la etapa siguiente, conoció a un iluminado llamado Macario, quien habría de ejercer enorme influencia sobre él. En los primeros años del siglo XX viajó por el Imperio Ruso, estudió informalmente esoterismo y a partir de 1907, Grigori Yefimo-vic Rasputin adquirió gran poder dentro de la corte imperial, al ser el único capaz de aliviar los insopor­tables dolores y las hemorragias de Alexei, el zarevich del imperio.


¿Fue Drácula la
primera obra sobre vampiros?
No. El clásico de Bram Stoker, publicado en 1897, tuvo varios antecedentes importantes en los siglos XVIII y XIX. Diversos autores del romanticismo alemán e inglés abordaron la figura del vampiro, como Johann Wolfgang von Goethe en La nouia de Corinto (1797) y Lord Byron que, en coautoría con su médico John Polidori, elaboró la pri­mera obra de ficción sobre esas criaturas, El vampiro (1819). Entre 1845 y 1847 se publicó en Inglaterra Varney el uampiro, un conjunto de panfletos de horror gótico. Es indispensable, asimismo, mencionarla novela Carmilla (1872) de joseph Sheridan Le Fanu, una interesante historia sobre la relación lésbica entre una vampira y su víctima.


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