miércoles, 20 de noviembre de 2013

Los sorprendentes usos del lápiz BIC

Cerbatana, palillo para el pelo, bombilla, cámara fotográfica, rascador, nave espacial y medidor

Los sorprendentes usos que le damos al mítico 
lápiz BIC

Todos hemos ocupado, alguna vez en la vida, este famoso bolígrafo para un propósito diferente, ya sea mascándolo porque estamos estresados o para rebobinar el cásete.
PAULINA GONZÁLEZ
Diario LAS ÚLTIMAS NOTICIAS, Chile – Miércoles 20 de Noviembre de 2013

 

Está en el mercado des­de 1950 y con los años se convirtió en una le­yenda de uso y diseño. Su creador, el francés Marcel Bich, comercializó los dere­chos en Europa del boligrafo creado por el argentino José Biró (otro producto mítico: el biromc) con el objetivo de ge­nerar una revolución. Y lo lo­gró. Lo curioso es su nombre. BIC proviene de su apellido, pues su asesor personal le aconsejó que le sacara la H, porque era muy parecido a la palabra "bitch" (en español, prostituta).
"Marcel Bich tuvo que de­sarrollar su propia maquina­ria, ya que no encontraba má­quinas que le permitieran lo­grar una esfera perfecta. Fi­nalmente, en 1950, el lápiz pasta BIC salió al mercado, con un nombre acortado del apellido de su inventor", ex­plica Vincent Parachini, ge­rente general de BIC Chile S.A.
De alli en adelante el senci­llo diseño provocó que el ne­gocio se disparara. Y que el la-picito con la capucha se con­virtiera en icono cultural. ¿Y por qué? Aparte de su senci­llez, bajo precio y eficacia en escribir, este bolígrafo se ha transformado en una herra­mienta para hacer un montón de actividades que van más allá de su función original.

1 - Rebobinar cásete:
es un clásico de los años 80 y 90. Pa­ra muchos, incluso, un re­cuerdo nostálgico que los ni­ños de hoy no entienden. El lápiz BIC, específicamente su forma hexagonal, era el arma perfecta para optimizar la vida útil de las pilas del Walkman y escuchar los éxitos del mo­mento. La misión no era nada de fácil y muchas veces nos dejaba más que agotados. "Siempre tenía uno en la mo­chila por si acaso y muchas ve­ces me pasó que el cásete salía volando, porque agitaba el lá­piz en el aire, así por fuerza centrífuga", dice entre risas el ingeniero Christian Ricmann.


2 - La cerbatana de la muerte:
fuimos víctimas o victimarios, pero era normal que en la sala de clases se crea­ran cerbatanas cuando se le sacaba el tubo de tinta al lápiz. Daba lo mismo de qué era el proyectil, si cascara de naran­ja, hoja de cuaderno, pedazo de goma o arroz, con tal de disparar lo más lejos posible y ojalá en dirección a las chicas con pelo más largo. "En pri­mero o segundo medio, con mi compañero Andrés, llevá­bamos naranjas al colegio, las comíamos en clases y luego enterrábamos la parte trasera del lápiz en la cascara para lan­zárselas a las compañeras más chasconas", asegura Roberto Albornoz, diseñador en co­municación visual.


3 - Manicure express:
es po­co glamoroso, pero en ocasio­nes no queda otra no más que sacarse el esmalte de uña con la tapa del lápiz, en especial si tenemos un reunión. Tam­bién sirve para echar hacia atrás la cutícula. "Estaba full estrés y no me di cuenta que tenía las uñas picadas. Es ho­rrible y súper flaite, y tenía que ir a una audiencia, por ende se iban a ver mucho mis manos y es súper importante tenerlas presentables. Cuando llegué al tribunal, me di cuenta de que no tenía cómo sacarme el esmalte, así que lo raspé con la tapa y me funcionó bien", conñesa la abogada Catalina Zambelli.


4 - Limpia oídos:
es algo que no muchos confesarían, pero para qué estamos con cosas, a veces simplemente no hay al­godones. "La forma de la tapa es ideal para hacerse una lim­pieza profunda en los oídos. Guardo un BIC en el velador hace más de dos décadas, para mí no existen los cotonitos", confiesa Cristian, ingeniero de 40 años. Pero cuidado, que se use no significa que su otorrino lo permita.


5 - Salvavidas:
se ha visto en algunos programas de televi­sión que un doctor, para sal­var una vida, ocupa un lápiz para realizar una traqueoto-mía de urgencia. En teoría funciona y hay casos documentados, pero obviamente no es recomendable. "Se pue­de usar el lápiz, tras realizar una abertura, para mantener­la abierta. Si logras abrir el es­pacio cricotiroideo con un bis­turí o algo así, se puede dejar puesta ahí una férula hueca cualquiera", explica el jefe de Urgencias de la Clínica Indisa, Leonardo Ristori.
  
6 - Accesorio peluquero:
Los hombres no van a entender, pero a veces las mujeres nece­sitamos amarrarnos el pelo y cuando buscamos desespera­damente un colet, sin tener suerte, un BIC nos viene co­mo anillo al dedo y nos da lo mismo si no es un palillo de madera. "Soy profesora y generalmente ando con estuche, pero nunca con colet. Al tener el pelo crespo me permite que, al darme una vuelta con el lápiz, me queda como un tomate entre chascón y ordenado, lo que me libera mucho del calor", cuenta Camila Apraiz. "Es más común, porque siempre ando con mi estuche. La gente está acostumbrada a verme así. Además, el moño queda súper choro y no es la típica cola de caballo", acota.


7 - La medida perfecta:
para muchos, la sal se convirtió en un verdadero problema. ¿Cuánto le echamos al plato de comida? Según la página web de la Clínica Las Condes, la persona hipertensa debe tener como referencia que se debe consumir dos gramos de sal al día. Para graficarlo, esto equivale a una tapa de lápiz BIC. Tal cual.



8 - Nave espacial:
se necesita imaginación, pero usted con cuatro tapas de lápiz BIC puede crear su propia nave espacial y jugar hasta que se aburra.


9 - La cámara perfecta:
aunque no lo crea, en tiempos de la Guerra Fría el capuchón fue ocupado como una cámara. Los espías ponían en el agujero un microfilm que, en condiciones ideales de oscuridad, e iluminando adecuadamente con una linterna, conseguían fotografiar documentos. "Era una forma muy antigua donde el papel fotográfico reaccionaba con la luz y se podía sacar la fotografía. Se ponía en la tapa de los BIC el rollo fotográfico y al estar oscuro no se revelaba, pero al darle un golpe de luz se impregnaba la imagen", explica lan Yutronic, de La Casa del Espía.
  
10 - Antiestrés:
es típico en las pruebas o cuando simplemente estamos medio estresados en la pega. Nos ponemos a mascar la tapita como si fuera un pedazo de carne. Tal como el movimiento de la pierna, nos relaja inmediatamente y botamos la tensión. "Siempre me pillan haciéndolo y después me da vergüenza cuando me piden un lápiz, porque está todo feo mordido", dice Catalina Zambelli.


Bonus Track:

los múltiples usos del BIC no terminan aquí. También funciona regio para hacer burbujas, como matacolas (de porro de marihuana), para sacar esas manchas con relieve imposibles en las mesas, también como bombilla, lámpara, para realizar tremendas obras de arte, para rascarse la espalda e incluso como un arma de defensa si se topa con un pato malo. Ojo, que también se ocupa como chiste homofóbico: "¿Por qué le dicen lápiz BIC? Porque no les conocen mina". Si no le gusta la talla, use el BIC para rayar. También es un lápiz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario